Etiquetas limpias
Etiqueta limpia "Clean Label"
Las nuevas tendencias están marcando un cambio en el mercado de la industria agroalimentaria, según los estudios realizados por S.A.M (Sensory And Marketing International) existe una clara tendencia de los consumidores a considerar la lista de ingredientes de un alimento como factor clave en la decisión de compra.
Los consumidores cada vez tomamos más conciencia del cuidado del medio ambiente, la salud y la sostenibilidad y desconfiamos de aquellos ingredientes o términos que desconocemos, hay aceptación hacia términos como “sabores naturales” o “extracto de miel”, mientras que los ingredientes sintéticos como el BHA o los números E nos hacen generar un mayor rechazo.
Por otro lado, según el estudio “Nielsen Survey: Consumer Eatings Habits” un 68 % de los consumidores admiten estar dispuestos a pagar un sobreprecio por alimentos y bebidas sin ingredientes indeseables, además, el 69 % está de acuerdo o parcialmente de acuerdo en que los alimentos sin ingredientes artificiales son siempre más saludables.
Teniendo en cuenta esta tendencia de volver a las bases para consumir productos orgánicos, sostenibles, simples y naturales, se genera un gran reto por parte de las empresas ante la necesidad de adaptar sus formulaciones a las nuevas demandas de los consumidores a través de ingredientes más naturales y libres de aditivos, el uso de nuevas tecnologías de conservación y alternativas en el envasado.
¿Qué se entiende por etiqueta limpia?
Los alimentos con etiquetas limpias son aquellos que disponen de una lista corta de ingredientes, sin aditivos, con una información comprensible para el consumidor interesado en la composición de lo que está a punto de comprar, y que sea posible leer y comprender, sin necesidad de traducción. Dentro de este fenómeno nos encontramos también con las etiquetas "éticas" que tienen que ver con el cuidado del medio ambiente y la salud, "sostenibilidad y procesado mínimo".
No existe ninguna regulación específica sobre el “etiquetado limpio” o “Clean Label” ni certificación oficial, aunque sí existen organismos que ponen de manifiesto las directrices a seguir, estudios acerca de los hábitos, percepciones de los consumidores, y legislación europea acerca de la presencia de los valores nutricionales en el etiquetado de los productos.
¿Cómo hacer productos con etiquetas limpias?
Acortar la lista de ingredientes:
Los consumidores buscan productos con una lista corta de ingredientes ya que los ven como más "naturales". Pero a la vez quieren que tengan buen sabor y, en el caso de reformulaciones, que los nuevos productos sepan igual que los anteriores.
Reemplazar ingredientes artificiales por alternativas naturales:
Los ingredientes artificiales no son populares entre los consumidores que buscan etiquetas limpias.
Por eso las empresas están empezando a utilizar alternativas como el concentrado de jugo de limón en lugar del ácido cítrico E330; agave como sustituto del azúcar u otros edulcorantes artificiales; cúrcuma, remolacha, zanahoria o espirulina para reemplazar colorantes artificiales, etc.
Envasar y etiquetar de manera "limpia":
El movimiento Clean Label afecta también al envase y al etiquetado.
Por ejemplo, en los últimos años, ha habido mucha preocupación por la presencia de bisfenol-A (BPA) en ciertos envases. Como reacción a esto muchas empresas han reemplazado sus envases por otros sin BPA.
En lo que respecta al etiquetado, es importante destacar que éste es el encargado de transmitir los valores "Clean Label". De hecho, los mensajes serán los que ayuden a los consumidores a tomar su decisión de compra.
Por lo tanto, se trata de presentar la información de la manera más exacta y creíble posible para que los consumidores comprendan fácilmente que el producto responde a sus expectativas.
Gestión correcta de atributos de los productos o "Claims":
Las declaraciones positivas de las etiquetas deben de ser empleadas correctamente para no incurrir en fraudes ni inducir a error al consumidor, las menciones "artesanales" "natural", "light", "alto en fibra", "sin azúcares añadidos", etc. señalan que los fabricantes de alimentos tienen mejor información sobre el origen de los ingredientes y sobre sus procesos y se sienten seguros al hacer afirmaciones de ese tipo. Por desgracia la publicidad y el marketing actuales pueden llegar a dar falsas expectativas en algunos productos. El fabricante puede llegar a ofertar productos con declaraciones positivas teniendo conocimiento de que incurre en un fraude o sin tenerlo y el consumidor puede confundirse y elegir un producto creyendo que es sano cuando en realidad no lo es tanto.
Labocal Consultores alerta sobre esta problemática que concierne a la publicidad opaca y al etiquetado engañoso.